martes, 3 de marzo de 2020

MECANISMO DE DEFENSA

MECANISMOS DE DEFENSAS

Los mecanismos de defensa son aquellos mecanismos, principalmente inconscientes, que los individuos emplean para defenderse de emociones o pensamientos que producirían ansiedad, sentimientos depresivos o una herida en la auto-estima si llegasen a la consciencia.

PRINCIPALES MECANISMOS DE DEFENSAS

Represión:
Proceso por el que un impulso o idea inaceptable se torna inconsciente. El individuo rechaza ideas, pensamientos y recuerdos para mantenerlos en el inconsciente. Ejemplo: un niño vive un recuerdo traumático en la infancia y lo reprime de manera que, con el paso de los años llega a olvidarlo y así evita enfrentarse a esa vivencia.


Regresión:
Un retorno a formas anteriores del funcionamiento psíquico, la regresión se puede comprender dentro del marco de la psicología evolutiva como un paso atrás en el desarrollo. Ejemplo: una persona adulta que no quiere afrontar un divorcio y empieza a comportarse como un adolescente.


Formación reactiva:
Se define como el proceso por el que un impulso o deseo inaceptable es controlado por la exageración de la tendencia opuesta. Ejemplo: en vez de contarle a tu pareja que has hecho algo malo para la relación, la colmas de sorpresas y regalos con tal de no afrontar la realidad.


Anulación retroactiva:
Este mecanismo de defensa se comprende como el proceso por el que la persona se comporta como si una idea o acción anteriores que resultan amenazadoras no hubieran tenido lugar. (Parecido a la negación y la represión).



Introyección:

 Proceso por el que la persona coloca dentro de sí lo que en realidad está fuera. En este mecanismo de defensa, las amenazas del exterior se internalizan con el objetivo de intentar controlar su efecto en nuestra estabilidad mental. Ejemplo: al introyectar una persona (y así creer que tenemos el control sobre sus actos) reduce la ansiedad que nos produce su alejamiento.


Proyección:
Este mecanismo de defensa del yo se conoce como el proceso por el que la persona coloca fuera de sí, en otra persona o cosa, sentimientos, deseos o características propias. De este modo, evita cambiar ese elemento de su conducta y/o personalidad. Ejemplo: una persona que se siente insegura sobre su cuerpo, puede proyectar esa inseguridad reprochando ese mismo sentimiento en esa persona. "¡Eres demasiado inseguro!" - Cuando en realidad la persona insegura no es la señalada sino él o ella.


Sublimación:
Proceso por el que un instinto (de componente sexual o agresivo) es derivado hacia un fin diferente. Cuando un individuo sublima un instinto, sustituye su motivación y la redirige hacia una actividad más aceptada socialmente. Ejemplo: una persona está llevando a cabo la sublimación cuando sustituye su pulsión sexual por alguna actividad cultural o intelectual (crear arte, leer, escribir...) 

Aislamiento:
Proceso por el que la persona aísla un pensamiento o un evento, rompe así sus conexiones con el resto de sus vivencias y evitando, por tanto, que forme parte de su experiencia significativa.


Desplazamiento:
Definimos el desplazamiento como el mecanismo de defensa del yo por el cual la mente inconsciente redirige las emociones que nos produce una circunstancia hacia otro objeto, persona o situación. Ejemplo: cuando un niño es agredido en el colegio y desplaza su ira mediante la agresión a otros niños en el colegio. 


Escisión:
La escisión consiste en la tendencia de separar el mundo y las personas en buenos y malos; es una manera eficaz de resolver la complejidad de situaciones confusas y amenazantes, pero siempre implica una distorsión de la realidad. Un individuo que escinde no se sorprenderá que considera malísima la persona que consideraba buenísima la semana pasada y tendrá dificultades de tener sentimientos ambivalentes hacia la misma persona.





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